Si te estás preguntando quién soy y qué puedo hacer por ti, aquí tienes el cuentito de mi vida…
Nací en Segovia en 1983 y por aquí sigo.
Cuando era pequeña, dibujaba mucho, muchísimo, como casi todas las niñas de mi edad. Y leía mucho, muchísimo, como casi ninguna de las niñas de mi edad. Y también tocaba el piano, un objeto enorme al que fui domesticando poco a poco. Casi a la vez que el piano llegó mi perro Rufo, que no era tan enorme como el piano, pero que me fue domesticando a mí y me enseñó a querer a los animales igual que a las personas.
Y así fui creciendo, sin dejar de dibujar, ni de leer, ni de tocar el piano, ni de pasear con Rufo…
Cuando cumplí 18 años, decidí estudiar Bellas Artes y poco a poco a poco fui encontrando mi camino: lleno de trazos, animales imposibles y personas muy serias. A la ilustración me la encontré por ese camino y fue como cuando hablas con alguien por primera vez y parece que la conoces de toda la vida.
Y ahora… pues me encanta mancharme, tocar lo que pinto, fabricar mis propias pinturas. Echo de menos ahumar planchas de cobre con doce mechas de cera virgen. Y a Rufo también le echo de menos, pero me encanta pasear por las mañanas y leer antes de irme a la cama. Y contar a los demás todo lo que sé y lo que hago, porque soy una charlatana y no puedo dejar de contar las cosas que me emocionan. Por eso disfruto tanto impartiendo mis cursos y talleres, todo lo que enseño es mi día a día…